Pablo tiene 5 años, está loco de alegría porque su padre lo va a apuntar en un equipo de fútbol, por fin va a poder jugar con otros niños y no ve el momento de ponerse las botas para meter el primer gol. Ese es todo su objetivo. Un equipo lleno de niños, unas botas de fútbol y un balón para meter su primer gol.
Antonio tiene 35 años, es el padre de Pablo. Ha visto algo en su hijo que le ha hecho pensar que puede llegar a ser el nuevo messi. Ha buscado un equipo donde priorizan los resultados a la evolución técnica, táctica y personal del niño. Tiene prisa en que Pablo gane títulos y se haga conocido.
Cinco años después Pablo es un niño triste, no le gusta entrenar y ya no se acuerda cuando fue la última vez que disfrutó en un campo de fútbol. En sólo cinco años Antonio acabó con las ilusiones de su hijo.
lunes, 15 de junio de 2015
UNO POR CADA LADO
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Historias del fútbol base
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